Imagínate a un colaborador de una cocina que se resbala y cae al suelo, por reflejo, él tratará de agarrarse de algún objeto cercano. Entre las opciones están el mango de una canastilla de la freidora, la manija de un horno encendido, la tapa de una marmita, las mangueras de gas, el enchufe de la licuadora y algunos otros.
Ahora, imaginémonos lo que puede pasar si en el momento de la caída el cocinero lleva un cuchillo en la mano.
Los accidentes y/o lesiones que llegan a ocurrir usualmente resultan al no seguir las instrucciones, el descuido, la falta de conocimiento, o una combinación de estos y otros factores parecidos. Un empleado puede controlar las lesiones al observar continuamente las prácticas seguras de trabajo, y al alternar con el empleador o supervisor de aquellas condiciones que podrían contribuir a un accidente.
Los siguientes son puntos a recordar para evitar el peligro y aumentar la seguridad en cualquier operación de alimentos:
Apaga los quemadores que no están siendo usados
Evita la ropa suelta y mantén las mangas abrochadas al trabajar alrededor de los equipos de cocina u otras máquinas
Evita salpicar agua a la freidora, siempre usa la canasta, y sumerge la comida lentamente al usar la freidora
Limpia los derrames de inmediato debido a que la comida, grasa, aceite y agua derramada pueden ser muy resbalosos
Limpia los pisos y rejillas, si existen, diariamente
Mantén libre los pasillos y corredores a toda hora
El manejo inadecuado de los equipos en la cocina puede convertirlos en una amenaza para los empleados. Toma las medidas necesarias para reducir el riesgo de accidentes y crear un ambiente de trabajo seguro. Te evitarás más de un dolor de cabeza.
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